Seguro que has escuchado hablar muchas veces de Searching Engine Optimization o SEO. El SEO dio sus primeros pasos a principios de la década de los 90, cuando aparecieron las primeras webs en Internet y empezó la competencia entre ellas por atraer tráfico. Los motores de búsqueda surgen entonces para ayudar a dar estructura y accesibilidad a la red. El primer buscador, Wandex, llegó en 1993, y fue realizado por el World Wide Web Wanderer, un robot desarrollado por el MIT. En 1994 aparece WebCrawler (1994), el primer buscador completo que permitía a sus usuarios una búsqueda por palabras en cualquier página web. Tras él llegaron otros como Lycos, Excite, Infoseek, Inktomi, Northern Light, Altavista o Yahoo!.
En 1996 Larry Page y Sergey Brin echaron a andar un proyecto de buscador llamado BackRub por aquel entomes, que acabó convirtiéndose en Google. La llegada de Google supuso un cambio radical en el funcionamiento de los motores de búsqueda, ya que empezó a organizar las búsquedas en base a la relevancia de los contenidos de cada sitio web para los propios usuarios; priorizando así los resultados que los usuarios consideraban más relevantes para una temática concreta. Fue entonces cuando apareció PageRank, un conjunto de algoritmos que valoraban la relevancia de un sitio web asignándole un valor numérico del 0 al 10.
Toda esta estructura dio origen al SEO como lo entendemos hoy que es, según Rand Fishkin es el cofundador de Moz y una de las voces más acreditadas en este campo: “la práctica de aumentar la cantidad y la calidad del tráfico que obtiene a través de los resultados orgánicos en los motores de búsqueda”. El crecimiento orgánico está íntimamente relacionado con el SEO, ya que es aquel que se consigue mediante un conjunto de técnicas o acciones destinadas a aumentar el tráfico de una web gracias a mejorar su posicionamiento en los diferentes buscadores.
Crecimiento orgánico también en redes sociales
Internet es un “ser vivo” en constante movimiento y evolución. Por eso, después del SEO, ha llegado el SEO social cuyo objetivo fundamental es conseguir impactos partiendo de un contenido publicado en web y bien optimizado para, desde ahí, ser difundido en redes sociales. Esto favorece un buen posicionamiento y, también, un mayor engagement de la marca.
Pero esto no es todo: redes sociales ganan adeptos cada día y las fórmulas de “atracción” crecen prácticamente al mismo ritmo. No es extraño, por tanto, que en muchas ocasiones plataformas como Facebook, LinkedIn o Instagram, se desvinculen de sus “webs madres” para abrir mercado por su cuenta. En ocasiones, incluso, lo hacen “en solitario, ya que muchas compañías no tienen página web, sólo perfiles en redes sociales. Si bien los anuncios pagados en estas plataformas son muy utilizados, el crecimiento orgánico se perfila, cada vez más, como una estrategia clave para favorecer el engagement de los seguidores.
SOMOS: expertos en crecimiento orgánico
El SOMOS somos expertos en crecimiento orgánico en redes sociales y, por eso, sabemos que esta técnica tiene sus ventajas e inconvenientes. Entre las ventajas destaca que las redes que crecen orgánicamente e interactuar constantemente con los seguidores da mucha solidez a las redes sociales: aumenta el conocimiento de marca y la lealtad del público objetivo, mejora la atención al cliente e incrementa el grado de confianza y las ventas. En la parte de los inconvenientes hemos de reconocer que el crecimiento orgánico en redes sociales es mucho más laborioso y necesita de un equipo experto para llegar lejos. Como sabes, SOMOS está formado por un grupo de profesionales expertos en crecimiento orgánico en redes sociales. Nuestras técnicas y procesos de engagement son realmente únicos y marcan la diferencia. Si quieres impulsar tus redes sociales no dudes en consultarnos.
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